
Por Lauro Hernández Flores
*Los vicios de la corrupción y nepotismo pueden producir el mal social más dañino de todos: la desesperanza de ciudadanos
Pregúntale a tu vecino o amigo cuáles son los mayores problemas de la ciudad, y es probable que en la respuesta oigas una palabra conocida: corrupción.
Pero, ¿es toda corrupción igual de dañina?
Una es la llamada corrupción «menor», a la cual ciudadanos de muchos municipios del país, se enfrentan a diario, por ejemplo con exigencias de pagos de la policía o para obtener servicios públicos.
También existe la «gran corrupción», que es el abuso de un cargo público para beneficio privado por parte de los líderes, alcaldes, diputados locales y la mayoría de los funcionarios.
ALTAMIRA…vive hoy en día el nepotismo a todo lo que da… ¡Viva Altamira!
Alberto Guzmán…. Tiene a su esposa como Regidora.
Migue Gómez Orta… Tiene a su esposa como Regidora.
Francisco Piñeiro, tiene a un hijo y una hija, trabajando en el municipio además de su nuera.
Estos son los factores -nepotismo- que fortalecen esta trampa de la corrupción.
Todos estos vicios pueden producir el mal social más dañino de todos: la desesperanza de ciudadanos
Porqué como primer lugar, si las instituciones públicas son percibidas como corruptas, éstas atraerán a funcionarios deshonestos…. ¡Viva Altamira!
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